Alarma en una empresa de transformación de papel: la producción de cartones, envases y libros está en peligro

La situación de los productores es muy grave y desde Bruselas hasta Roma reclaman medidas específicas de apoyo al sector para evitar un parón por unos costes que ya no son sostenibles

De Bruselas a Roma salta la alarma de las empresas de la industria papelera. El mensaje es sencillo: la producción de libros, periódicos, envases y papel para la industria alimentaria está en peligro por la dificultad de encontrar materias primas y, cuando se pueden comprar, los precios por tonelada han alcanzado otro récord. Una situación económica que ralentiza y bloquea progresivamente la actividad en Italia y Europa. Assografici, que representa a la industria gráfica y de transformación del papel en Italia, se adhiere al llamamiento lanzado a nivel paneuropeo por Intergraf, advirtiendo que la situación en la Península es muy grave. El sector de la edición y la impresión comercial, ya caracterizado por una crisis estructural pero capaz de mostrar signos de asentamiento y de aguante (-2,4% de producción en 2018 y +1% en 2019), se ha visto muy afectado por la pandemia (-21,3% en 2020) y ahora se estaba recuperando lentamente con un +7,9% en los primeros 9 meses de 2021. Ahora la recuperación está en riesgo debido a la situación económica internacional y a las conocidas subidas de los precios de la energía y las materias primas. De hecho, los procesos de impresión con prensas rotativas consumen mucha energía y ya no son sostenibles; al contrario, corren un gran riesgo de paralización, advierte Assografici. Además, el aumento de los precios del papel, difícilmente repercutible en los editores y la gran distribución, erosiona todos los márgenes del negocio. Para agravar aún más este escenario, la escasísima disponibilidad de materias primas, sobre todo de papel para uso gráfico, que se adquiere principalmente en el extranjero de los pocos proveedores que quedan, impide la programación de la producción, pone en peligro el cumplimiento de los compromisos contractuales y dificulta cualquier vía de recuperación. Así pues, para el sector, que en Italia cuenta con unas 14 mil empresas y más de 76 mil empleados, se trata de una situación extremadamente problemática, pero el riesgo a corto plazo de no poder disponer de periódicos, libros y muchos productos de papel de uso cotidiano debería preocupar a todos los ciudadanos y empujar al gobierno a tomar medidas específicas. Pedimos que se tomen medidas, incluso internacionales, para eliminar ciertos cuellos de botella que frenan aún más la producción de papel, para que se reconozcan de forma generalizada los créditos fiscales sobre el papel, no sólo para los editores de periódicos, sino también para los editores de revistas profesionales y de libros, especialmente los escolares.

Si se analiza la tendencia de la producción de papel, cartón y envases flexibles, el panorama no mejora. Ciertamente, para Italia algunos sectores están creciendo, como es el caso del cartón ondulado, muy utilizado por las plataformas de comercio electrónico. En este caso, la producción está volando con un +12,7% en los primeros nueve meses de 2021. Otra ayuda proviene de la transición ecológica que exige la biodegradabilidad, la reciclabilidad y la ligereza de los envases, incluso los utilizados para los productos alimentarios. Sin embargo, incluso en estos sectores hay dificultades para repercutir los aumentos de los costes de la energía y de las materias primas en las fases posteriores, lo que inevitablemente repercute en la viabilidad económica de la empresa y en la dificultad de encontrar papel y otras materias primas. Varias empresas productoras de cartón ondulado ya han detenido o ralentizado sus actividades por falta de papel para la producción, los fabricantes de etiquetas están paralizados por falta de soporte autoadhesivo, y los fabricantes de cartón plegable y envases están teniendo que renunciar o posponer los pedidos. A nivel del sistema del país, hay más de 3 mil empresas con 60 mil empleados que trabajan en un sector con un valor de 7.700 millones y con un superávit en la balanza comercial de 1.900 millones. De su actividad depende, en sentido descendente, la capacidad de mover mercancías de todo tipo, en particular los bienes de consumo envasados que se encuentran en las estanterías de los supermercados, las farmacias y las tiendas en general. Si el sector papelero, como se ha demostrado en medio de la pandemia, es reconocido como estratégico y esencial para el país, entonces debe ser objeto de medidas específicas para salvaguardarlo de un paro de producción potencialmente peligroso.

di Enrico Netti
3 febbraio 2022

Allarme cartotecnica: a rischio la produzione di cartoni, imballaggi e libri
ilsole24ore.com

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